Todo es aleatorio. Hasta la forma de morir y de ser enterrado vivo. La sangre no es más que una botella de agua vacía en la cual se vierten las espinas que salen de mis ojos.
La vida: un concepto aleatorio...
La Belleza escrita con mayúscula: un misterio impenetrable que mata a su entera disposición.
La soledad: verdad que nos envuelve en piel con la capacidad de camuflar para sobrevivir.
La música: posible bálsamo para romper el dolor de lo contingente.
Mis manos: dos ridículas armas que me abren paso en el terror del existir.
Mis ojos: dos cuencas vacías llenas de sangre.
Mi pecho: hogar o habitación donde se alberga la máquina de nimiedad. Futuro país del cáncer.
Corazón: "algo" que se dice vivo.
Boca: espacio donde se anidan las palabras ciertas o falsas; correctas e incorrectas.
... ante este catálogo de agravios y buenas intensiones, ¿Qué resta decir?
Unas palabras se asoman:
Es más fácil ser poeta
que ser hombre.
Su escrito es triste sin llegar a ser desgarrador,y vulnera mi espiritu.
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